Por Lic. Francisco Meléndez Segura
Periodista y Catedrático Universitario
Yo siempre creí que el terrorismo sembrado por el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru y Sendero Luminoso nunca me había afectado. Pero hoy me doy cuenta que sí. Asumí una niñez “normal”, entre el ruido del estallido de los coches-bomba, los apagones diarios, los toque de queda (no se podía salir luego de las 10 de la noche a la calle), ver escenas de secuestros en los noticieros, tener velas guardadas siempre en la cocina, etc. Todo ello lo vi, en mi reducido mundo de clase media, con naturalidad.